Estamos acostumbrados a ver la punta del iceberg, el resultado, la fruta formada.

Normalmente cuando vemos a un artista exitoso nos enamoramos y nos pensamos a nosotros en ese momento, nos gusta fantasear con el instante en el que llegará nuestro éxito y nuestra música o nuestro arte se viralice. Luego nos topamos con la pared de la realidad y vemos que nuestros lanzamientos no caminan.

Esto es muy común, ya que normalmente lo que se ve, es lo logrado por dicho artista. Los reporteros de deportes no persiguen al atleta hasta que ha logrado algo importante, porque eso es lo inspirador, pero nosotros normalmente no vemos el proceso de preparación de los atletas, lo que vemos es su participación en los eventos, participación que dura muy poco tiempo, pero para el deportista es el final de varios años de entrenamiento.

Nos enamoramos de los resultados, pero no vemos que detrás de esos resultados hay mucho esfuerzo. Qué pasaría si antes de conseguir el éxito nos dijeran que vamos a sufrir, que vamos a pasar muchas pruebas que seguramente nos manda el universo únicamente para probar qué tan comprometidos estamos con nuestra meta.

Es por esta razón que vemos muchos artistas empezando con todo el ímpetu esta carrera tan hermosa pero después cual estrellas fugaces, desaparecen; porque la mayoría de veces conseguir el éxito requiere disciplina, esfuerzo, perseverancia y muuucho tiempo. Hay una frase que me gusta mucho que dice: “La carrera musical no es de velocidad, es de resistencia” palabras tan sabias que deberíamos de memorizarlas y decirlas como mantra en los momentos difíciles de nuestra preparación.

Tengo varias historias de esas, que fueron pruebas muy duras que me marcaron y me dejaron con ganas de tirar la toalla, es muy difícil ver tu vida complicada económicamente hablando y seguir echándole ganas para mantener a flote un sueño que no sabés si algún día va a rendir algún tipo de fruto. He visto la punta del iceberg de muchos proyectos musicales y he fantaseado con estar ahí como ellos, pero hoy más que nunca entiendo que para llegar a conseguir cosas grandes el esfuerzo tiene que ser mucho mayor, tiene que estar acompañado de disciplina y todas las otras cosas que dijimos en los párrafos anteriores, pero hoy más que nunca también entiendo que sí se puede, porque si yo, un músico promedio y sin educación musical he conseguido cosas en esta profesión, estoy seguro que usted que tiene mejor voz y seguramente mejores habilidades musicales y en la mayoría de casos formación musical como debe de ser, también puede conseguirlas, todo es cuestión de echarle ganas y ser perseverante. Obviamente hay otros factores que es importante tomar en cuenta, como ser estratégicos y aprender a diversificar nuestras capacidades para tener más formas de ingresos, es importante entender que este medio es dominado por los valientes, los pacientes y los que se atreven a seguir creyendo aunque no vean nada claro.

Así que si ya está en la punta de iceberg toda mi felicitación para usted y si está empezando a construir eso que un día emergerá, le mando todas las porras del mundo, siga echándole ganas porque cada paso que damos en esto, es un boleto de lotería que un día nos puede dar el premio mayor y ahí agradeceremos a la vida por ponérnosla difícil porque lo disfrutaremos más y lo cuidaremos de mejor forma.

Tenga usted un bonito día.